domingo, 13 de noviembre de 2011

Tres mundiales


Guillermo Del Zotto
gdelzotto@elpopular.com.ar
Durante el Mundial de Alemania ´74, Esteban observa en el patio de su abuelo a tres hombres discutiendo de fútbol. Miran el partido en un televisor en blanco y negro que llegó hasta ahí en una mesita con ruedas, a través de un largo cable coaxial.
Holanda, como La naranja mecánica, apabulla a Argentina 4 a 0, cuando Esteban queda colgado de la parra. Todo su cuerpo pende del anillo de su dedo mayor. El grupo de hombres lo rescata. Y sus inquietudes pasan del fútbol internacional a la salud del chico.
Mientras se repone sentado en un banco de cemento, Esteban observa el contenido de las bolas de residuos antes de ser sacadas a la vereda: un paquete de cigarrillos Shelton hecho un bollo, lonjas de caucho que sobraron de las ruedas del autito “preparado”, una caja vacía de Vascolet, un indio de plástico mordido por el perro, la rejilla de una damajuana repleta de cáscaras de papa, una botella de Narol con el pico roto, una inexplicable cajita con letras doradas, dos mitades de una barra de azufre.
Durante el Mundial ´78, Esteban todavía no puede participar de las discusiones futbolísticas. La concentración de la familia que ve un partido bajo lluvia, los lleva a postergar una salida a pesar de que afuera brilla el sol. Esteban, aburrido, mira por la ventana. Ya han sacado la basura a la calle. Entre las bolsas revueltas por los perros se destacan: la figurita de chapa de García Cambón en Boca, un vaso de plástico rajado con el Topo Gigio, una cajita de fibras secas, cáscaras de ananá, una careta de Carlitos Balá rajada.
Para España ´82, Esteban ya sabe casi todo. Presta atención otra vez al grupo de hombres y no imagina que nunca volverá a escuchar tantas puteadas a Maradona. También hay zapping. En un intervalo de Brasil-Argentina, ve que en un canal pasan a Julio Sosa cantando la marcha peronista. Antes de que empiece el segundo tiempo, le piden a él que saque la basura. En la vereda se le cae –o deja caer- las bolsas. Se desnudan algunas cosas: los restos de un cubo mágico, un miniflipper de plástico destrozado, una regla T partida, un papel de jabón Palmolive, el envase de un chicle jirafa, el inicio de la sospecha de que no existe nada fuera de nuestros pensamientos.