miércoles, 26 de enero de 2011

Las ideas en el mejor papel



Guillermo Del Zotto
gdelzotto@elpopular.com.ar
Maná Azul está catalogada por sus lectores críticos como “una verdadera revista de cultura”. En estos tiempos intentar y lograr eso no es poca cosa. Está en la calle la edición Nº 5 de la nueva etapa de este emprendimiento. Es una edición especial en la que, además de las secciones habituales, contiene una despedida de 2010 con un dossier titulado “Pensando el bicentenario”.
Enfrentando todos los obstáculos para obtener hoy un producto digno a partir de la literatura, comandan esta revista desde la vecina ciudad de Azul: Adriana Abadie, Carlos Cuccaro, Roberto Glorioso, Silvio Oliva Drys, Ana M. Rodríguez de Baudron y Enrique César Rodríguez.
En la sección poesía hay verdaderos descubrimientos con las obras de Julia Magistratti y Valeria Meiller. Y como aporte al bicentenario, florea la nota “Duelos en los siglos XIX y XX” a cargo de Enrique C. Rodríguez.
Una extensa entrevista a Carlos Gamerro, realizada por Glorioso y Abadie, también nutre este número. El escritor estuvo en Azul para estudiar la influencia de Cervantes y El Quijote en el siglo XVII en Inglaterra, cuando apareció la primera traducción a ese idioma. El resultado es un extenso recorrido por la creación literaria y su especialización académica: literatura inglesa.
La plástica está presente en notas como “El arte abyecto en la Argentina”, “Un surrealista metafísico en la Pampa” (Christian Amezcua) y “Una aproximación a la historia de la porcelana”.
Además de otras secciones y columnistas, la edición se completa con los comentarios de libros de Facundo Gómez Romero y una nota titulada “!Luz!, ¡cámara!, ¡Historia!”, realizada por el profesor Oscar Bustingorry.
Flora Gómez obtuvo una beca de investigación del Fondo Nacional de las Artes con su trabajo “El arte de contenidos abyectos en la Argentina entre 1971 y 2002. Acerca de las condiciones de producción y recepción”. Este texto se transcribe en Maná Azul para mostrar la búsqueda de la autora de “detectar antecedentes de contenidos abyectos en obras de artistas pertenecientes al circuito oficial de las artes visuales argentinas (…) expresiones artísticas que han proliferado en el arte occidental en la última década y ha tenido eco en este país con características propias”.
La edición y diagramación de Maná Azul, como ya tiene acostumbrado a sus lectores, es un verdadero lujo para la región. El sumario, a estas alturas muy numeroso, necesitaría un índice interno para poder ubicar mejor a las notas y sus autores. Las que van inteligentemente mechadas por ilustraciones de Christian Amezcua.
Julia Magistratti y Valeria Meiller son dos jóvenes poetas azuleñas con un muy buen presente literario. Los poemas presentados en esta revista sirven de muy buena señal. Y, aunque hay que descubrirlos, vale como adelanto el final de “La costra”, de Magistratti:
“Todas las tardes eran descalzas./Y a solas con los paraísos/desorientaban las flores,/hasta que aparecía un zapallo/del tamaño de la cara/y era como un hermano/que venía de debajo de la tierra/sin la promesa de la muerte”.

domingo, 23 de enero de 2011

Letras como sábanas de seda


Guillermo Del Zotto
gdelzotto@elpopular.com.ar
Todo comenzó con la vanidad. Un grupo de notables cantautores españoles, desde Serrat a Miguel Ríos, decidieron homenajear a Javier Krahe. Se trata de un doble CD que contiene perlas como “La yeti” (canta Diego Carrasco), “Pijama blanco” (canta Luis Eduardo Aute), “En la costa Suiza” (canta Carmen París)… y continúa una lista que casi llega a las treinta composiciones. Así, el turno de “Sábanas de seda”, quizás la mejor canción que escribió Krahe, recayó en Alejandro Sanz.
En un principio uno podría pensar en Diego Torres haciendo “Penélope”, aunque un recorrido rápido por youtube pone a prueba a este artista que no sólo hizo “Corazón partío” sino que supo meterse en rondas flamencas de lustre y también colaboró con artistas cuya compañía son como manuales. En cuanto a “Sábanas de seda”, el resultado es una versión con el fraseo característico de Sanz y con una baja importante de dramatismo. Ese que la voz grave de su autor da en el nervio justo.
Javier Krahe, que comenzó a cantar pasando los treinta, se merecía este homenaje a sus sesenta. Y para tener una apreciación mejor de este creador inigualable, es imprescindible ver el DVD que viene junto con este trabajo discográfico con el título “Esta no es la vida privada de Javier Krahe”. Un documental que incluye canciones en vivo y que refleja en primera persona las convicciones de un artista con un molde propio e irrompible.
En estas canciones de homenaje, era “cantado” que la exuberante historia de “Don Andrés octogenario” la cantase Joaquín Sabina. Primero, porque lo que le ocurre a don Andrés antes de morir necesitaba ser narrado con la desfachatez propia de él, que además le cambió intencionalmente la edad: sexagenario. Y, más aún, lo bautizó “don Javier”. Recordemos que Sabina es el admirador número uno, su hija es ahijada de Krahe y nunca considerará una canción suya mejor que la de su maestro.
No hay que dejar pasar que en este CD hay sobresaltos interesantes como, justamente, “Sobresaltos de plata” por el propio Diego el Cigala y también “Abajo el alzheimer” por el mismísimo Enrique Morente.
Este trabajo, que no es un lanzamiento reciente y que quien lo quiera deberá navegar para conseguirlo, es un compendio de historias alucinante. Con variaciones de voces, de interpretaciones y con la línea constante de esa pluma que hace sobrevivir la poesía española. La de los siglos de gloria, la de la copla, la de Serrat y para acá.
Es, en definitiva, una forma de conocer el universo Krahe. Que lleva las emociones de quien escucha de la carcajada al romanticismo sin escalas. Que dibuja metáforas imposibles en la cuerda floja de los desabridos discursos actuales. Y que no deja de hablar del amor, como toda canción que se precie. Envuelta en “Sábanas de seda”:
“Tú que has tenido la rara fortuna/de conocer/el corazón a la luz de la luna/de mi mujer/Tu que supiste cojerle el tranquillo/a sus abrazos/más de una vez te adivino en el brillo/de sus ojazos./Cuando en la noche una sábana enreda/y es tu fantasma/aunque el ensueño se vista/de seda/no me entusiasma”.