lunes, 18 de febrero de 2008

Cuarenta

La vida pasa/y el corazón está listo./Fatigado/Y la noche de nuevo llega/(...) Y raramente recordamos/que fuimos incendio. (Interpretación libre de Alexandr Block)


El sistema nervioso central como comando radioeléctrico.
Ya no buscamos señales en los árboles en el codo de la edad.
Somos la mitad de lo que pudo ser.
Llagas adentro, auspiciamos la ruta de los buscadores de opio.
Descorchamos el placer de reserva.
A algunos deseos le crecen pequeños retoños de muletas.
Y buscamos superficies aterciopeladas para posar el gusto y el olfato.
Eso que antes se deslizaba piel con piel, ahora debe raspar.
Sólo nos apetece lo que tiene gusto a haber vivido.
Hemos saltado a un costado del incendio.
El invierno viene cada vez con más secretos.
Compramos noches premoldeadas.
Vemos los impulsos en DVDs de archivos.
Y después de los túneles
de las arterias semiabandonadas
de la exaltación ensayada
tragamos saliva como si fuese licor
y sonreímos con todos los cascabeles del disimulo.

(Publicado en EL SUBSUELO el 10/2/08)

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