miércoles, 16 de enero de 2008

Hernandiana

(Me sobra el cerebro)
Hoy estoy sabiendo el qué y el cómo,hoy estoy para razones solamente,hoy no tengo amistad,hoy sólo tengo ansiasde arrancarme de cuajo el cerebroy ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella duda seca,hoy es día de cálculos en mi reino,hoy descarga en mi cráneo el desalientolimbo desalentado.
analizo con frialdad las navajas,y soy cuerdo con aquel hacha compañera,haría un tintero de mi cerebro,
Tengo la pena de una sola teoríaque vale más que toda la imaginación.
Una certeza me ha dejado con los brazos caídosy no puedo tenderlos hacia más.¿No ven mi boca qué segura,qué conformes mis ojos?
Cuanto más me pienso más me aflijo:cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoyrazonándolo todomi cerebro, pecera melancólica,lago de ruidosos moribundos.
Me sobra cerebro.
Hoy, descerebrarme,yo el más cerebrado de los hombres,y por el más, también el más amargo.

Pessoana
Si el cerebro pudiera sentir, se detendría.
Nerudiana
(Elegía al cráneo)
El huesudo
sótano del pensamiento,
el coco amargo,
la bóveda de la risa
protectora
como una caja de reloj
de arena desmoronada.
Las
circunvoluciones arrugadas
como una cordillera que nos sumerge
y en ellas
la vanidad, la hiel en movimiento,
la mortuoria corona
del disimulo,
las trampas del recuerdo.
El duro
mineral,
la osamenta
de la tierra,
y herido aún
en este
llanto escupo
el cráneo, el tuyo,
el mío,
el cráneo,
la desmesura
impropia,
la caja fuerte, el casco
de la muerte,
la nuez de la discordia.
(Publicado en octubre de 2006 en el Subsuelo)

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