martes, 15 de enero de 2008

Una historia en treinta minutos

"Ventiló el sarcófago de sus ganas. A pesar de que el cielo amenazaba
tormenta, lo colocó en el patio y se quedó contemplándolo desde la
ventana de la cocina. Puso agua para el mate. En media hora, se
acabaría el mundo". (inicio de "Una historia en treinta minutos").

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